Hoy en día es imposible separar cualquier actividad humana de su consumo de recursos, particularmente de la energía. Diseñamos edificios eficientes con bajos requerimientos energéticos. Con el paso del tiempo esta premisa ha tomado cuerpo a través del estándar Passivhaus por cuestiones energéticas, pero también de confort y de excelencia constructiva. El Passivhaus tiene 5 principios básicos característicos.
Este trabajo consistía en la reforma de un piso situado en un edificio de los años 80. La tipología de la vivienda era bastante interesante al ser un triplex, cuya última planta era una salida a la azotea donde había una gran terraza, tener orientación Sur y ser la vivienda pasante.
En este caso las premisas fueron dos, por un lado dotar a la vivienda de mayor fluidez espacial para dar sensación de amplitud y hacer llegar la luz natural a toda la casa y por otro mejorar el comportamiento energético de la misma sustituyendo la caldera, aislando los cerramientos, instalando ventanas de altas prestaciones y construyendo un invernadero practicable a Sur, de manera que en verano se puede dejar abierto